¿CÓMO HACER TU PRESUPUESTO PARA COMPRAR UN ANILLO DE COMPROMISO?

Un anillo no debe costarte la relación… ni tus ahorros. Comprar un anillo de compromiso es uno de esos momentos que marcan un antes y un después. Y aunque la emoción es enorme, también lo es la presión: ¿cuánto deberías gastar? ¿Es suficiente? ¿Y si no es “el indicado”? Pero hay algo que no se dice lo suficiente: no existe una fórmula perfecta ni una cantidad "correcta". El mejor presupuesto es el que puedes pagar sin comprometer tu estabilidad financiera.
Aquí te damos 5 consejos para ayudarte a construir un presupuesto realista, emocionalmente consciente y adaptado a tu situación, sea cual sea tu nivel socioeconómico.
1. Olvida la regla de los “tres meses de salario”
Esa famosa regla viene de una campaña publicitaria de los años 30 creada por la marca De Beers. Con el tiempo, la idea de gastar uno, dos o hasta tres meses de salario se popularizó como una especie de “norma social”.
Pero los tiempos han cambiado: hoy en día, más personas priorizan experiencias, ahorro conjunto, vivienda o incluso inversiones.
Según un estudio de The Knot 2023 Jewelry & Engagement Study, el gasto promedio en un anillo de compromiso en EE.UU. fue de $6,000 USD, pero el 50% de las personas gastaron menos de $5,000, y un 20% gastó menos de $1,000.
¿Qué significa esto? Que hay una gran diversidad de decisiones, y no hay una cantidad que defina el valor de tu compromiso.
2. Establece un rango de presupuesto, no una cifra exacta
En lugar de pensar en una cifra exacta, lo mejor es tener un rango de comodidad financiera. Esto te da más margen para comparar calidades, estilos y opciones que se ajusten a lo que realmente puedes pagar.
Hazte estas preguntas:
• ¿Cuánto tengo ahorrado actualmente?
• ¿Cuánto puedo seguir ahorrando en los próximos 3-6 meses?
• ¿Estoy dispuesto a pagar a plazos? ¿Con intereses?
• ¿Estoy sacrificando otras metas personales o de pareja?
Ejemplo: Puedes establecer un rango como “entre $15,000 y $30,000 pesos”, y priorizar calidad, diseño y significado dentro de ese espectro.
3. Explora materiales y opciones que se adapten a tu bolsillo (y estilo)
Hoy existen más opciones que nunca. Si bien los diamantes siguen siendo populares, muchas personas están optando por otras piedras o materiales más asequibles y responsables con el planeta.
Alternativas que valen la pena explorar:
• Moisanita: más económica que el diamante, visualmente casi idéntica y más brillante.
• Zafiros, esmeraldas, ópalos o rubíes: ideales si buscan un toque único y colorido.
• Diamantes de laboratorio: más económicos y éticos que los extraídos de minas.
• Diseño personalizado con joyeros locales: puede salir más barato que una gran marca y le da un valor sentimental extra.
Tip: Comprar en joyerías locales, mercados artesanales o incluso considerar anillos vintage puede ayudarte a encontrar joyas hermosas, únicas y más accesibles.
4. Evita sobreendeudarte por una sola compra
Un anillo no debería ser la causa de tus futuros problemas financieros. Aunque muchos comercios ofrecen meses sin intereses, es importante evaluar si realmente puedes sostener ese pago mensual sin comprometer tu estilo de vida o tus ahorros para metas más grandes.
Pregúntate:
• ¿Qué tan estable es mi ingreso?
• ¿Estoy postergando otras decisiones importantes por este gasto?
• ¿Qué valor le doy al anillo vs. al futuro que quiero construir con mi pareja?
Recordatorio: Un anillo increíble no compensa el estrés financiero. Una conversación honesta con tu pareja sí.
5. Habla con tu pareja, incluso si quieres que sea sorpres
Aunque tradicionalmente se espera que el anillo sea una sorpresa, muchas parejas modernas hablan abierta y previamente sobre temas como el matrimonio, la vida en pareja y, sí, el dinero.
Conversar sobre expectativas puede ayudarte a definir mejor el estilo y presupuesto del anillo, y evitar situaciones incómodas o decepciones.
¿Y si quieres que siga siendo sorpresa?
Puedes hablar de temas más amplios, como sus prioridades como pareja o si valoran más la estética, la sostenibilidad o la historia detrás del anillo. Incluso puedes involucrar a amigxs o familiares cercanos para conocer su estilo sin arruinar el momento.
Puede sonar raro, pero muchas parejas hoy en día tienen conversaciones abiertas sobre matrimonio antes del anillo. Eso incluye hablar de dinero. Si sabes que tu pareja valora más una buena experiencia, un viaje, o un futuro juntos sólido, eso puede cambiar lo que decides invertir en el anillo. ¡Algunas parejas incluso van a escoger el anillo juntos. ¡Es más común de lo que piensas!
Recuerda que el anillo es solo el comienzo. Lo más valioso no está en los quilates, sino en la intención, la comunicación y la consciencia con la que tomas esta decisión. Diseñar un presupuesto con amor propio y responsabilidad financiera es una muestra de madurez… y una gran forma de empezar esta nueva etapa.
El anillo es un símbolo, no una medida de amor. Elegirlo con conciencia financiera es una muestra de madurez, no de escasez. Invierte en lo que haga sentido para ustedes como pareja —ya sea un anillo espectacular o uno más sencillo pero significativo— y recuerda que el compromiso empieza con decisiones compartidas, ¡incluyendo las financieras!
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